Formentera

También conocido como uno de los recorridos más bellos que se pueden realizar en Formentera. Se trata de la antigua ruta que unía La Mola y el resto de la isla, cuya denominación coloquial parte del suelo adoquinado que nos recuerda a las antiguas vías romanas. Se inicia cerca de Caló de Sant Agustí y finaliza, después de 1,5 kms, cerca del pueblo de El Pilar de Mola. Declarado Bien de Interés Cultural, tiene alguna de las vistas más espectaculares de la isla, como las que hay desde el mirador de Les Petjades del Diable (las huellas del diablo).

En el extremo sur de la isla, sobre un paisaje lunar, se levanta el Faro de Barberia, icono de Formentera. Junto al faro, a mano derecha, se halla la cueva famosa por las fiestas de la luna llena de la época hippy y por ser el escenario de una de las secuencias de la película “Lucía y el sexo”.
Junto al faro hay un agujero donde puedes bajar y caminar por el interior de la roca hasta el mirador natural.

La Cala Saona forma parte del Àrea Natural d’Especial Interès de Cap Alt, situada entre Punta Rasa y Caló d’en Trull, a cinco kilómetros de Sant Francesc Xavier. Su singularidad reside en su situación, encajada entre dos acantilados y su estado casi virgen. La playa es nudista.

La pequeña “Illa de s’Espalmador” es famosa por llegar hasta ella andando desde Formentera cuando la marea está baja. Además de disfrutar de sus playas paradisíacas, puedes disfrutar de sus baños de lodo detrás de la playa de s’Alga. El barro es oloroso pero te dejarán la piel como nueva.

La playa está resguardada del mar, aunque comunicada con el mar abierto a través de un estrecho paso llamado Sa Boca. Las arenas de esta playa son muy finas y algo fangosas. El atardecer allí es maravilloso.

En la Savina está la escuela de vela municipal donde puedes alquilar tablas de Windsurf (y/o hacer un cursillo), kayaks, embarcaciones de vela, etc. Emocionantes actividades que no olvidarás nunca.

En mitad del pueblo de Sant Francesc se encuentra uno de los mejores mercadillos de Formentera, abierto todos los días de las semana. Es un mercadillo hippie de artesanía, ropa, artículos hechos a mano, etc. junto a las tradicionales casas payesas tan típicas de la isla.

En la zona de Can Marroig, se encuentran Les Piscinetes, una serie de calitas con piscinas naturales a lo largo de la costa en la que podrás divisar unos parajes realmente hermosos, practicar snorkel o explorar las cuevas que se han formado en los muros de roca con el paso del tiempo.

Las puestas de sol desde toda la isla son impresionantes. Desde cualquier cala, playa o mirador podrás disfrutar de un maravilloso atardecer, en los que el tiempo parece detenerse.